Fallecimiento de mi padre

En 1948 volví a Düsseldorf… sigue la narrativa…

Durante junio y julio de 1948 hizo mucho calor en Alemania, y en este período falleció, el 20 de julio, mi padre Willy Quirinus Noack en Düsseldorf, con 44 años de edad solamente, de una enfermedad cardiaca.

Por fin decidieron que yo tenía que volver de Schieder al seno de la familia Noack a Düsseldorf.

Desde Schieder son 211 kms a Düsseldorf. Los hombres viajaron en un camioncito como en la foto abajo, estaban muy nerviosos cuando pasábamos por zonas de poca seguridad, todavía había muchos prisioneros de guerra recién liberados, muchos rusos con pésima fama de violadores. Pero logramos llegar sin incidentes a Düsseldorf.

Camión liviano con gasificador de madera

Mis antecesores del ramo paterno eran empresarios dinámicos y se llamaban Willy de nombre. Inclusive mi abuelo materno también se llamaba Willy, lo que en realidad es Wilhelm, en español Guillermo. Lo que se sabe, Wilhelm era el nombre de emperadores alemanes. No siento anhelos de seguir con esta tradición imperial, por las dudas. En Colonia al lado de la famosa catedral hay un monumento de un jinete, un emperador Wilhelm. Allá me sacaron uno foto, parado delante del monumento para tener dos Wilhelm retratados para futuras generaciones. Uno nunca sabe… 🙂

Con mi padre Wilhelm Quirinus Noack y mi nona Hildegard, fallecida en 2017, cumplidos sus 92 años.

La idea no me deja tranquilo: cuando uno pierde lo que nunca ha poseído, ¿es frecuente que uno no perciba la pérdida con profunda tristeza? Yo viví la ida de mi padre a través de mi entorno, del luto de mi madre, y la existencia de desagradables problemas económicas intrafamiliares. Años después mi madre me contó que familiares de mi padre no le pagaron una pensión pese al importante papel que tuvo mi padre en el Marketing de la empresa familiar antes y después de la guerra. Recuerdo que mi padre me envió estampillas de Colombia, Australia y Cuba de sus clientes poco antes de su fallecimiento. Parece que ya manejaba palabras como por ejemplo competitividad comparativa, globalización, marketing, habiendo estudiado a Philip Kotler

Mi padre había hecho una pasantía en los EE.UU. en 1938 y la empresa exportaba accesorios dentales a 130 países (lo que me contaron…).  Dos clientes de mi padre en Londres me contaron cuando yo tenía 15 o 16 años que mi padre fue un caballero, un hombre de mundo. ¡Hablé con caballeros judíos que eran amigos de mi padre a quien yo, su propio hijo, casi no conocí!

Mi madre me contó algo más triste, algo que califico una barbaridad. Mi padre fue bautizado católico. Mi madre era protestante lutherana. Nosotros los hijos fuimos bautizados protestantes. La iglesia católica se negó rotundamente a enterrar a mi padre católico por no haber obedecido al cánon católico.  El lema de mi padre fue “Tue recht und scheue niemand”, traducido “Haz lo correcto, y no temas a nadie”, una máxima que me hace orgulloso de mi padre. Eran los tiempos de los guarda-bicicletas separados, uno para alumnos católicos y otro para alumnos protestantes. ¿Y pronto islámicos y cristianos?

También me gusta esta frase: Man muss lange leben, um ein Mensch zu werden. (Se debe vivir mucho tiempo para convertirse en un ser humano, Antoine de Saint-Exupéry)

 

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