¿Milagro alemán? ¡Macanas!

Deseo añadir un par de comentarios personales de esta fase de mi vida cuando el entorno era todavía un infierno.

En 1952 empezaron a reconstruir en Düsseldorf nuestra casa destruida en 1943 por impacto de las bombas. Por falta de materiales de construcción (en realidad, por falta de dinero para comprar nuevos si es que hubiera habido en el mercado) fueron recuperados los que servían, como ladrillos que precisaban limpieza de mezcla, alguna viga de acero, – no era grandes cosas. En cambio, gran cosa ha sido mi Opa que con sus 64 años y con un machete colaboró, olvidándose de su rango de Coronel. Enfatizo: ¡un coronel limpiando ladrillos! Un ejemplo que muestra la mentalidad de querer reconstruir. Aparte mi Opa trabajaba en dos pequeñas empre2sas llevando la contabilidad. Es correcto explicar el “milagro económico alemán” con ayuda recibida (ejemplo plan Marshall) pero sobre todo cuando las ganas de reconstruir un país en cenizas desencadenaron una increíble dinámica. Repito intencionalmente el mensaje que el desarrollo o subdesarrollo esta en la mente (Lawrence Harrison 1985)

El Subdesarrollo está en la mente: el caso latinoamericano

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