Paréntesis sobre tecnología aplicada

Nuevamente me siento tentado de incluir un paréntesis. No soy ingeniero, pero estoy muy interesado en asuntos técnicos. En Riberalta he conocido un municipio de gran extensión, 20,1 km2, y con muchas aldeas pobladas por muy poca gente que no tienen energía eléctrica. Generar energía eléctrica descentralizada es una condición imprescindible pero no suficiente para mejorar la calidad de vida en el campo y frenar el éxodo hacia las ciudades.

Estuve en las “brechas” de los menonitas. Pagué un anticipo por la compra de un “Boogie”, un carrito muy inteligentemente utilizando el eje de una VW Peta usada con su amortiguación de cada rueda independiente mediante una barra de torsión. Este vehículo era ideal para zonas de malos caminos. Yo pensaba en ofrecer una atracción para la Quinta Alemana, un Boogie. Donde los menonitas he visto más equipos para dar soluciones muy económicas a sus necesidades de trabajo.

Creo que la rueda de agua puede representar en ciertas zonas una solución. En realidad, sería recomendable estudiar alternativas de la tecnología aplicada. En Covendo estaba funcionando una pequeña turbina Pelton, manejada por el cura de la iglesia católica. Sé que existen turbinas propulsadas por los chorros de agua acumulada en estan queso represas alimentados de un río como el río Kaka, o el río Mapiri o el arroyo Covendo. Sé que hay arietes por ejemplo, la empresa Hecker de Riberalta emplea uno. Escuché que en Saipina cerca de Comarapa está también funcionando uno.

Existen motores a gas de madera. Repito, no soy ingeniero. En Vallegrande he conocido un molino de agua que es un tipo de molino movido por el agua que permite purificar agua, generar electricidad y drenar grandes áreas de humedales utilizando la energía potencial que libera el agua al fluir. Es una estructura más antigua conocida de aprovechar la energía cinética de las aguas de los ríos y arroyos.El patricio vallegrandino Pastor Aguilar me indicó visitar ese molino horizontal en vez de vertical como lo son normalmente. En Alemania he visto el uso de un enorme molino para hacer funcionar en los años 1970 un aserradero tipo sierra múltiple.

Maquina a vapor oferta de venta de motor que funciona con gas de madera

He conocido la sicología de algunos ingenieros bolivianos que se burlan de estas posibilidades eventuales pues el país ya está en la era de los satélites y soñando condisponer de energía nuclear. Permítanme recordar: el subdesarrollo está en la mente.  Opino que ingenieros realistas deberían analizar si estas y similares tecnologías resuelven la necesidad de tener energía en pequeños pueblos, comunidades o aldeas donde resulta antieconómico extender la red de 380 V.

En otro lugar de este documente cito a Lawrence Harrison’s titel “El subdesarrollo está en la mente”. Parece que también vale decir “El desarrollo está en la mente”.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *