Contratado por la GTZ para exponer en Colombia experiencias bolivianas sobre la Participación Popular (PP) y sobre la lucha contra la corrupción

Recuerdo que en los ’90 fui invitado por la GTZ a Colombia para hablar en tres universidades de Bogotá sobre las políticas bolivianas en la lucha contra la corrupción. Mi intervención fue corta, con palabras sencillas, buscando dar impulsos para que la política colombiana pueda analizar su conveniencia de copiar buenos ejemplos. Bueno, dije a un ilustre auditorio en un salón que aspiraba que aquí residiera la ciencia pura, que en Bolivia existen tres problemas que esperan solución. Primero, la corrupción es altamente rentable, porque los bienes conseguidos ilícitamente no se devuelven pensando en lo que una famosa figura, inventada por Emilio Martinez “Ciudadano X”, comentaba sobre el escándalo del banco Bidesa. Segundo: la corrupción es impune. Se conocen los casos concretos, pero los cabecillas de un mega-fraude no son castigados. Un maleante tenía, quizás tiene todavía o va a tener poder, por lo tanto,se prefiere hacer un teatro para el público. Tercer problema: el corruptor y el corrupto cuando la presa es muy grande, se convierten en la estima de mucha gente en un Don, de origen noble, y a veces la inmunidad parlamentaria sirve de impunidad penal.

No había citado ningún filósofo griego, y la estructura de mi exposición era a mi vista demasiado simple. La universidad publicó mi exposición en su boletín.

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