Sensual música y baile Guantanamera
Años después viajé a Cartagena de las Indias, en calidad de turista, y conocí también Cuba y Santo Domingo. Nuestro viaje a Cuba en el 2014 en compañía de Carlos Bravo oriundo de La Habana ha hecho un fuerte impacto sobre mí, detectando que Cuba estaba empezando a cambiar. Carlos, gracias.
Desde mis veinteaños conozco los castillos del río Loira (la Loire en francés). Entre cinco a diez veces me han fascinado, a veces con un “son et lumière” pero siempre con tiempo para soñar (y estudiar el Guide Michelin).
En la foto vemos el château de Chenonceau, sobre el río Cher.
(En el sistema de canales de Inglaterra en los años 1780 ya existian estos puentes canal)
Deseo remarcar algunas las costumbres o normas de otras naciones que me impresionaron. A ver: Hay países donde queda sobreentendido hacer fila, muy característico para Inglaterra; en Córdoba/Argentina he visto en la Plaza San Martín, largas colas disciplinadamente esperando el transporte público.
Otro ejemplo: en el extremo norte de Suecia, pasando el círculo polar rumbo a Kiruna y Gällivara, un hombre en problemas nos pidió que jalemos su auto Opel Record a Kiruna, a solo cinco millas de distancia. El VW nuestro, con sus 34 HP, tuvo una tarea difícil. Bueno, felizmente eran solo cinco millas. Lo que no sabíamos era que allá en Suecia una milla tiene diez kilómetros.
¡Llegamos a Kiruna! Nuestro compañero de ruta era profesor de colegio y gracias a sus conocimientos y habilidades aprendimos cosas interesantes sobre la vida en aquella naturaleza salvaje, como pescar pequeñas truchas con la mano, ver hermosas orquídeas muy pequeñas pero muy lindas.
Y ahora lo más importante: ¡Qué suerte tuvimos al haber parado y ofrecido nuestra ayuda, pues caso contrario iban a difundir veloz y eficazmente que 2 tedescos (alemanes) en un VW verde habían fallado en ayudar y que iban a ser castigados; creo que no le venden gasolina durante un par de horas o algo similar!
Estuvimos algunas semanas en Suecia, en el norte, justo antes del inicio del frío. Las palabras no sirven para transmitir genuinamente esta aventura sin peligros, y entre gente hospitalaria, más allá de nuestra imaginación. Con los hombres fui a pescar salmón en lagos reservados, las mujeres juntaron arándolas muy grandes y ricos. Nos prestaron una stuga, una cabaña para dormir en camarotes, y en la madrugada fuimos a pescar en un bote a remos. Conclusión: la seguridad física es una de las precondiciones para viajar sin riesgos y poder disfrutar. La ausencia del temor al asalto y robo no se siente en muchos países, como en Suecia¿Y nosotros en Bolivia???
¡También existe todo lo contrario! Marseille en el sur de Francia con grandes problemas en garantizar la seguridad ciudadana. Es todo lo contrario, en cuanto al comportamiento del personal que presta servicios. En Marseille sufrí un robo que fue el inicio de mi participación en un guión de John le Carré o del Agente 007. Ya lo había comentado más arriba.
En París me sorprendió la larga duración de la pausa al mediodía. Me gustó, lo tomo como una expresión de saber vivir.
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