Chistes en serio alivian la vida

No se olviden, por favor, de visitar una colección mía. ¡Los chistes son cosa muy seria!

De lo que un político debe cuidarse es de los comicios libres, del derecho de libre expresión de opinión, de fanáticos. Y de los chistes. (Werner Finck, satírico alemán)

De los muchos he aquí una selección:

  La vida es Dura

  …inspectores de armas voluntarios a los Estados

  ALERTA DE VIRUS!!!!!!!!! CHISTE

  APRENDAN A TRABAJAR

  Ayyyyy, los Ingenieros! Y los Gerentes!!!!

  Barcos con bandera boliviana — Paulovich

  ¿Bolivia pobre?

  Carta a George W. Bush

  Chistes de la banana

  Chistes de la guerra

  Chistes de las tres cartas

  Chistes de los empresarios

Recordemos: que el derecho de decir la verdad, también en forma de chiste, lo tienen solamente los niños, los borrachos, los tontos y los ancianos.

Detesto lo vulgar y los gritos. Me gustaba a veces Condorito. Recuerdo sus reflexiones profundas sobre la felicidad. Estas confesiones tienen la tarea  herculeana de defenderme cuando un lector contrario a mis preferencias me desea mandar allá…. Escribo como me gusta, no como piden las reglas. ¡Pobre egresado universitario que debe obedecer en su tesis pues al parecer más vale la forma que el fondo! Son camisas de fuerza y esposas dignas para un delincuente.

Pero ahora el chiste de Condorito dialogando con un señor con atributos de gran

empresario y Condorito, como siempre, el artista de la vida echado en una

hamaca.

Señor muy elegante: Buen día.

Condorito, menos elegante: Buen día, señor.

¿Qué hace usted en su hamaca? ¿No puede trabajar?

Claro que sí. Soy pescador. Está buena la pesca.

Con la pesca enorme usted puede comprarse chalupas, luego embarcaciones, luego procesar el pescado en su fábrica y ganar mucho dinero.

Sí, tiene toda la razón, así podría ser mi vida. Pero, señor, dígame, ¿que puedo hacer siendo un hombre rico?

Bueno, ¡puede echarse en su hamaca y descansar!

Pero, señor, eso es que hago todos los días.

Mi comentario: No estoy de acuerdo, tampoco en desacuerdo – ¡todo lo contrario!  🙂

Hmmmmm…Creo que no es un chiste sino un resumen de un concepto de vida aparentemente chistoso y nos obliga a reflexionar sobre lo siguiente: trabajar mucho pagando el precio de disponer de poco tiempo para, en primer lugar, compartir con los hijos. O pasar mucho tiempo con los hijos, al precio de tener menos medios materiales y acceso a menos e inferiores servicios. Estamos en realidad delante de un dilema. Analizándolo con sinceridad y seriedad es menester considerar que la educación de los valores es principalmente función de la familia.Como padres hemos tratado de lograrlo y, modestia aparte, me tinca que no hemos fallado. La escuela y el colegio enseñan principalmente conocimientos. Si la educación en la familia no logra inyectar los valores, se tiene un joven y un hombre que la sociedad no desea.¡Peor todavía, la aplastante influencia de la comunicación digital! No menos negativo es dar dinero o un auto o ropa de lujo o lo-que-sea a los adolescentes para de esta manera “comprarse” la absolución de su incumplimiento como padres, ¿una variante de corrupción?

La solución consiste en un equilibrio entre ambos conceptos. Este equilibrio no lo detecto en muchos casos. Y recordemos: el dilema de ser o tener tiene mucho que ver con Condorito, pobre pero feliz. Trabajar para vivir, y NO vivir para trabajar. Se trata de una óptica del tema nuestro de la filosofía de la vida priorizando el ser o priorizando el tener.

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