Intento de crear una institución para la pesca comercial en la cuenca de río Beni, con GTZ. No prosperó.

Con un sondeo en los principales mercados de pescado de Bolivia y la consulta a expertos ingleses de EMFOPESCOR en Trinidad, teníamos los argumentos suficientes para lograr conseguir el financiamiento de la GTZ alemana para elaborar un estudio de factibilidad a cargo del ingeniero francés Thierry Givois. El subdesarrollo está en la mente, en este caso en la falta de visión de algunos encargados de la toma de decisiónes. Escuché que una persona estaba demostrando (para su lucro personal) que la idea básica valía para enviar pescado desde Riberalta al mercado de Santa Cruz.

Lo que sentí fuerte, y lo que frenó mi trabajo, eran boicoteos de los que no eran amigos de un gringo que trabajaba duro e hizo cosas favorables para el desarrollo de Riberalta y su área de influencia. ¡Y ellos no! Estoy hablando de los perros de hortelano de tamaño de elefantes. Un ejemplo es haber conseguido el apoyo de la GTZ para elaborar un estudio de prefactibilidad a cargo del ing. Thiery Givois sobre la pesca comercial en la cuenca del río Beni.

Esta iniciativa no prosperó. Creo que ha sido porque afectaba los intereses personales de una persona, y muchos no entendieron (la cultura de la lectura no encanta a mucha gente), en fin, qué pena, otro proyecto nomás muy prometedor que se quedó en la nada. Hablando en alguna oportunidad con los expertos británicos de la cooperación de este país a EMFOPESCOR, comentaron desilusionados el fracaso. Lawrence Harrison profundiza esto con su afirmación ya mencionada varias veces y que el subdesarrollo está en la mente, flagelo que causa tanto daño con la consecuencia de continuar el subdesarrollo. Si alguien piensa que a este tema le corresponde mayor atención sugiero leer una obra mía que fue publicada pidiéndome mi opinión sobre un plan de desarrollo de Riberalta, pero muy lamentablemente se comprobó nuevamente el diagnóstico de Harrison, que la mente determina el desarrollo.

Pero no todo siempre son fracasos. Cuando salió la Ley 1551, en fecha 20 de abril de 1994, se sentían esperanzas. Imagínese el salto cualitativo hacia adelante por la coparticipación tributaria. Los indígenas de Alto Ivon y su cacique Toro recibieron del Estado boliviano a través del plan operativo tres obras, a ver, si me recuerdo acertadamente: carretera de acceso, agua potable y un hospital.

El trabajo del alcalde Víctor Hugo Abularach y su equipo de colaboradores fue muy aplaudido. Nada raro que llegara de Caracas/Venezuela una invitación al Alcalde para exponer sobre la Participación Popular.

La GTZ me organizó visitas a varios gobiernos municipales de Colombia para explicar la PP, la Participación Popular. Encontré gran eco, pues era nomás tal como Carlos Hugo Molina (protagonista de la PP) dijo: un concepto “for export”. Conocí en este viaje a Colombia Cali, el Valle de Cauca, Pereyra, Riohacha, Santa Marta y Bogotá.

 

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