Autor: <span class="vcard">Willi Noack</span>

Flores

Una epidemia talvez, también sufro de lo mismo. Ahora que VEO esto me siento más aliviada, no soy la única.

Chiste

Felicito querido Roberto. Me alegran los cuadro pintados por vos en mi cueva. Gracias.
¡ Si lloré !
Es verdad que eh llorado, no lo niego sí lloré de alegría y de tristeza, lloré de borracho cuando los recuerdos me golpeaban el alma. Lloré de rabia porque sentía que lo perdía todo, pero mis lágrimas no empeñaron que mis ojos miren un cielo azul
¡ Si lloré no lo niego !

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Chiste

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El 10 de marzo de 1126 se libró la batalla de Arnisol, que enfrentó a las tropas aragonesas con las de los almorávides. El enfrentamiento tuvo lugar cerca de Lucena, Córdoba, y la victoria fue para las tropas lideradas por el rey Alfonso I «el Batallador».
Esta batalla formó parte de la campaña militar de Alfonso I contra Balansiya – Valencia – y Qûrtuba – Córdoba, durante la cual el rey aragonés conquistó la taifa de Zaragoza y luego el emirato de Calatayud. Su ejército llegó a tener 50.000 hombres – gracias en parte a los beneficios de cruzada que le concedió el concilio de Tolouse -, que avanzaron por el litoral Mediterráneo hasta llegar a la vega de Granada y la costa de Almería.
En toda esa incursión en los territorios musulmanes, la de Arnisol fue la gran batalla campal que se libró entre las fuerzas cristianas y las almorávides. Aunque Alfonso I no consiguió establecer nuevas plazas ni conquistar otras, su avance permitió modificar la frontera del Ebro, un territorio que fue repoblado por los mozárabes levantinos y andaluces, que cultivaron las tierras, formaron talleres de artesanía y se convirtieron en la primera defensa de los ataques musulmanes durante sus razzias.

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