Un trabajo presentado al público en el año 1947, explicando la desesperación de la post guerra WWII
De repente ella despertó. Eran las dos y media. Pensó por qué se había despertado. ¡Ah! En la cocina alguien había chocado una silla. Escuchó atentamente. Todo estaba en silencio. Había tanto silencio… y cuando estiró su mano hacia el otro lado de la cama, lo encontró vacío. Por eso estaba tan silencioso, faltaba su respiración.
Se levantó y se dirigió a tientas por la oscura habitación. Se encontraron en la cocina. El reloj marcaba las dos y media. Observó que algo blanco estaba parado junto a la alacena. Encendió la luz. Los dos estaban enfrentados en camisón. De noche. A las dos y media. En la cocina.
Sobre la mesa estaba el plato del pan. Observó que había cortado una rodaja. El cuchillo aún estaba al lado del plato. Y sobre el mantel había migajas. Cuando por la noche se iban a la cama, ella siempre limpiaba el mantel. Todas las noches. Pero ahora había migas sobre él.
Y el cuchillo estaba ahí. Sintió cómo le subía el frío de la baldosa. Y apartó la vista del plato.