Hace 20 años, Willi Noack me invitó gentilmente a escribir el prólogo de su libro denominado “Santa Cruz hacia su desarrollo sostenible en el siglo XXI”,el cual tenía un subtítulo añadido con precisión que decía: ”… sus principales problemas y causas de fondo…” Era un documento de discusión, donde describía una serie de situaciones y presentaba sesudos análisis que denotaban una visión sorprendente y en perspectiva, basándose en un diagnóstico científico-real de Santa Cruz vigente en esa época histórica de Bolivia.
Hoy, nos volvemos a encontrar para hacer esta presentación de Una Autobiografía (My way, -así como la canción de Frank Sinatra- como le gusta llamarla), en la que hace referencia a una especie de resumen – informe de una “vida plena y un cuento de hadas moderno.”
La portada ilustrada del libro, está llena de signos de interrogación alrededor de una flecha apuntando claramente hacia arriba, que de manera indiscutible marca el simbolismo de su camino, en un mundo de dudas y de profundos cambios de paradigmas, dondeWilli sigue con firmeza y con la fuerza de un verdadero “pánzer” alemán.
Este no es un libro cualquiera o un más de los que se publican, porque tiene toda una suerte de historias noveladas, anécdotas, comentarios, análisis, hechos que sucedieron en general donde él fue, sino protagonista al menos testigo de los mismos, algunos jocosos y otros que rodean la comedia y diría que hasta hacen parte de la tragedia,que se plasman en la vida de un personaje que pareciera imaginario, pero no lo es, porque es real… verdaderamente real.
Willi Narra su niñez, marcada por los primeros años donde experimentó las duras consecuencias de la II Guerra Mundial, su evacuación –hace alusión incluso al Plan Marshall- que fue vital para la Alemania postguerra. Durante su adolescencia, describe los tiempos difíciles, la crisis y luego del colegio, sus años de estudios universitarios en Hamburgo y la Universidad de Colonia (Alemania). Puntualiza sus primeros pasos para lograr sus propios recursos y las clases impartidas en un colegio privado.
El matrimonio con Biggi (como la conocíamos muchos) y la fundación de su familia, en la que Phillip, Henne y luego Andy surgen en su vida, este último como un “camba neto” alemán, por cierto…. La vida en Santa Cruz y luego en Riberalta, donde soñó con un hermoso y visionario proyecto: Tumichucua. Allí lo encontré cuando, por circunstancias de la vida, me tocó visitar esa hermosísima zona beniana, con toda su plenitud y belleza, amazonía pura, con lugares mágicos como Cachuela Esperanza.
Luego de una ruptura de vida y la partida a la eternidad de Biggi, se evidencia la fortaleza de Willi para encarar sus desafíos y pensar en su reencuentro… la nueva etapa con su matrimonio al lado de María del Rosario Ardaya en San Ignacio de Velasco, esa parte del territorio cruceño que compite en belleza natural y que tiene gentes extraordinarias -típicamente cambas-, que enamoran a propios y extraños.
En el libro, narra de modo muy ameno y familiar, sus viajes, sus amigos, sus encuentros, hurga en su baúl de recuerdos y describe tantas cosas que las titula como “misceláneas”, cada una de ellas con su propia luz y sus interesantes descripciones que hacen de la lectura un verdadero placer.
Culmina con algunas ideas que pasan por su cabeza, en pleno año 2018…
No me alargo, porque en verdad, lo que interesa es leer esta producción intelectual combinada con mucho corazón, y por ello invito al distinguido lector a explorar esta extraordinaria autobiografía de Willi Noack, así como a gozar de una serie de lecciones de historia, algunas de primera mano, y a vibrar con sus anécdotas, disfrutar de sus viajes, y también –por qué no?- recordar hechos puntuales que marcaron agenda, política, social y económica en Bolivia y en este mundo que deviene en constante transformación, a la manera descrita por Heráclito: todo fluye, todo cambia.
José Antonio de Chazal Palomo, Rector de la UDI
Santa Cruz, verano de 2018
Presentación versión en inglés | alemán | francés