Sí, hace falta PENSAR
“Sapere aude! Atrévete a pensar!” Ese era el lema de la Ilustración con el cual se conminaba a las personas para que adopten una actitud intelectualmente crítica para destetarse de la autoridad y las creencias preestablecidas y con el uso de la razón, comprometidos con la tolerancia, la libertad y los derechos individuales, se procure la esquiva verdad (si es que ésta existe).
En su opúsculo “Qué es la Ilustración?”, Kant manifestaba que » La pereza y la cobardía son causa de que una tan gran parte de los seres humanos continúe a gusto en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la Naturaleza los liberó de ajena tutela; también lo son que se haga tan fácil para otros erigirse en tutores….se es culpable si la causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro…. ¡Es tan cómodo no estar emancipado!”
Mas allá de los réquiems oportunistas o lo que digan los antiguos nuevos amigos de la señora Susana Seleme, esos sus exegetas anclados en aquella camarada del pasado o lo que digan sus nuevos antiguos amigos, los libertarios de la última hora; en una sociedad volátil, supersticiosa, fanática, dogmática e intelectualmente apática, el verdadero acto revolucionario de Susana fue el de atreverse a pensar.
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