¿Tener o ser?

Tengo 78 años de edad. Los últimos 37 años los he vivido en Bolivia. De los precedentes 41 años en Alemania y Francia tengo que descontar algunos años, quizás doce años, cuando el niño y adolescente todavía no es apto para entender e interpretar conscientemente la vida en su contexto total. Si bien entender situaciones aisladas, y tampoco es apto para tomar él sólo decisiones de envergadura. Lo que me sorprende en la memoria buena como videoclips de muchas situaciones aisladas con detalle. Me permito hoy a reflexionar sobre la manera de vivir con mayor felicidad en dos entornos bien diferentes, del llamado primer mundo y del tercer mundo, expresión que personalmente rechazo. Hablar de “país en vias de desarrollo” suena mejor.

Un fenómeno me preocupa: aparentemente mucha gente da más importancia al TENER que al SER. Esta preferencia al parecer es universal en el occidente, the American way of life, lo que es el resultado de un materialismo con ostentación, e incluye envidia y asigna prioridades no socialmente deseadas.

En el ámbito de la psicología la envidia es definida como un sentimiento experimentado por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La envidia daña la capacidad de gozar. Se trata de una expresión oral sádica y anal sádica de impulsos destructivos que opera desde el comienzo de la vida. Es el factor más importante del socavamiento de los sentimientos de amor, ternura o gratitud. La envidia es un sentimiento enojoso contra otra persona que posee o goza de algo deseado por el individuo envidioso, quien tiene el impulso de quitárselo o dañarlo.

He aquí una reflexión que me parece válida para una lectura y quizás para más…:-) Lamentablemente no puedo indicar la autoría.

15 cosas que debes dejar de hacer para ser feliz….Seguir leyendo

Personalmente me inclino hacia un análisis que considero pragmático. Adelante ya he mencionado este análisis:

La pirámide de Maslow: Pirámide de Maslow

La pirámide de las necesidades humanas postulada por Abraham Maslow

  • Fisiología: Los niveles más básicos de sustentabilidad los aporta la naturaleza. No obstante, restringir nuestro centro de atención y conciencia a cómo lograr mantener nuestro estado homeostático, ocupa recursos metabólicos que impiden al cerebro sentirse seguro y confiado.
  • Seguridad: Esta sensación se produce cuando nuestro cerebro ha logrado registrar la pauta por la cual poder asegurar su fisiología. Se refuerzan los enlaces neuronales y metabólicos adecuados, permitiendo que esas tareas funcionen desde nuestro inconsciente. En ese estado de seguridad, nuestra mente ahora puede centrarse en la búsqueda de cooperación y establecer lazos sociales. En resumen, de subir al nivel de Afiliación.
  • Afiliación: La afiliación es la base de la economía. Con la amistad nace el compromiso, con el compromiso nace el trabajo cooperado y confiado, con el trabajo surge material sobrante, con ese material se puede comerciar. El hecho de que se aprecie nuestro trabajo, produce la sensación de reconocimiento.
  • Reconocimiento: Esta sensación se basa en la seguridad de que los demás te necesitan y formas parte de una cadena en la que, sin ti, sería costoso reponer nuestra ausencia. Esto permite marcar la pauta de creatividad al cerebro, la pauta por la cual uno puede aportar beneficio y sentirse digno en la sociedad en la que habita. Esto debería ser suficiente motivación como para poder sostener la autorrealización.
  • Autorrealización: También llamada felicidad, se sostiene por la motivación que produce nuestro trabajo constante y continuado. Gracias a las capacidades de nuestro cerebro de crear, de adaptarse y resolver problemas.

En calidad de broma he visto una pirámide que consta con dos niveles fundamentales más: Smartphone y por debajo pilas… Lo que suena como una broma, no lo es. Meto el dedo en la llaga. La revolución digital está cambiando nuestra vida y la jeraquia de la pirámide.

Ya sigo con la narrativa. Cuando, luego de cinco años, la segunda guerra mundial terminó y se estableció un mercado negro, y luego fue instaladala Economía Social de Mercado con una oferta de bienes y servicios inimaginable, la gente actuó conforme a esta escala de Maslow: la primera ola era comer, comer, comer, y más comer. Luego la segunda ola: comer, pero seleccionando y prefiriendo comida fina. Y así aparecieron otras olas. Eso se refiere al caso de Alemania. En Bolivia sucede, guardando la distancia de los casos, algo similar. En la década pasada apareció un sector poblacional que por primera vez dispuso de medios para satisfacer sus necesidades. Las olas en Bolivia son diferentes. La hambruna en Alemania no es tan típica en Bolivia (autos, comunicación, celulares, smartphones, vacaciones), pero el transporte individual encabeza quizás las olas.

Este tema está estrechamente relacionado con conceptos tales como competitividad comparativa, eficiencia y eficacia y otros más. Sin embargo, estudiar conceptos que no son tan familiares para algunas personas, no es de lejos igual eficiente y exitoso educativamente como vivir este desafío en carne propia.

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