Mi vida tuvo, bueno, tiene por el momento la forma de una curva sinovial

He aquí dos formas de organizar la vidavisualizada con una curva: puede tener unas amplitudes muy pronunciadas, quiere decir uno vive momentos de gloria, pero es posible y/o probable que después uno está alojado en un sótano de la vida. Ahora bien: unos se levanta o se queda en la lona. Piensen por favor en una lucha entre buenos boxeadores. Digamos que cuando uno logra salir del fango hasta trepar nuevamente a la cima, ya sabe cómo funciona la vida. Las siguientes caídas y levantadas ya uno las maneja mejor. Créame, sé de qué hablo, es mi vida, I did it my way es la canción que resume muy bien mi vida. La pretensión de esta confesión en las palabras de Paul Anka es grande, pero puedo relacionar cada afirmación del texto con una situación en mi vida que da crédito, sin excluir I’ve had my fill, my share of losing — pero logré evitar quedarme en la lona como después de un KO definitivo.  La lucha termina recién cuando tiras la toalla.

Esta es una vida caracterizada por muchos picos de felicidad y de bajas de infelicidad. Nace, salta a la vida, trepa, cae, intenta de nuevo, pierde nuevamente, cae. Y trabajando con su proyecto estrella, muere.

La forma diferente visualizada también con una curva sinovial:

La vida sobre la línea roja fina y recta a la altura del cero conoce pocos momentos felices e infelices, ambos de poca amplitud. Naces, vives, mueres. Punto.

Ahora miremos la curva sinovial. El protagonista nace, logra una moderada bonanza, pero la pierde. Felizmente recupera la bonanza perdida, pero habiéndola disfrutado viene la fase final, el telón cae. No ha sufrido grandes problemas. Sus bonanzas no fueron espectaculares. Y la vida no ha sido agitada por profundos cambios ni derrotas.

Se me presentaron en el transcurso de mi vida las grandes disyuntivas de este ritmo lento sin altibajos, por ejemplo, entrar en la carrera militar o en la carrera académica. Pero me fascinó durante diez años la dirección de una empresa mediana. Me hizo orgulloso haber instalado en esta empresa ya en los años setenta, un sistema computarizado con los módulos integrados de estilo, con hardware de la era de los picapiedras.

Por la importancia reitero: en 1976/1977 tenía instalado en mi empresa en Alemania un sistema de información gerencial (en tiempo real, online), en 1988 lanzamos un módulo en el Colegio de Postgrado de la Universidad NUR, la administración computarizada en Santa Cruz, y hoy, hay en Santa Cruz empresas con el último state of art. Sí, me hace feliz haber dado impulsos quizás decisivos. Pero estuve adelantado en la época, lo que considero mi mala suerte, pues proponer alguna novedad cuando mi entorno era feliz con lo de siempre no fue siempre fácil. Al estilo de: ¡viva la improvisación! Y este “mientras tanto”… puede leerse con: siempre. Loque caricaturiza la expresión: ¡mientras —   siempre!

Sin falsa modestia digo que he sido vanguardia en la aplicación de la revolución digital.

Las alternativas que se me presentaron: tenía la opción de vivir la alternativa dos, la tranquila, jubilándome con años de joven. Pero no era para mí.

Es evidente que mi mensaje es demasiado simple omitiendo muchos factores influenciables o no influenciables. Algunos de estos factores los menciono en mis aventuras.

De mis enfermedades no deseo hablar. Hasta mis 69 años no padecí de molestias serias.

Sigo con el arduo trabajo de Mafalda pero a diferencia de ella puedo afirmar que agarré la felicidad en no pocas oportunidades, con amplitudes altas y duraciones aceptables. Mi curva sinovial sirvió.

Mafalda

Nuevamente me pregunto e invito a usted también a preguntarse: ¿Hemos sido más felices cuando nuestra economía del hogar era buena, y menos felices con economía “de cuerda floja”? Por mi parte considero imprescindible tener los fondos suficientes para satisfacer las necesidades básicas para todos miembros de la familia. Más allá puedo asegurarle que el tamaño de mi carro, o las vacaciones en Punta Camba (léase: Punto Cana, República Dominicana, preferido por muchos Cambas) no son condición de mi felicidad. Esta afirmación he suscrito en toda situación sea de los siete años de las vacas gordas o de las flacas.

¡El estado de Felicidad es diferente para cada individuo! ¡Es un tema siempre vigente! Exige tolerancia para respetar la definición del otro por más que uno discrepe.

Mi apreciado amigo Percy Ribero sostiene la posición que tres escenarios definen el grado de felicidad,

  1. estar trabajando en algo que dé satisfacción sin importar qué trabajo uno realice,
  2. tener buenas relaciones sociales es decir tener un espacio positivo entre amigos, ser querido y querer, y
  3. vivir en armonía en la familia.

De acuerdo, Percy.

Sería una larga discusión incluir conceptos sobre la ambición, la superación, la competencia. El enfoque sería reconocer que no se trata de lograr supremacía sobre otras personas sino exigir de uno mismo un alto cumplimiento o rendimiento.

De la misma necesidad deberíamos seguir discutiendo sobre el concepto del “tener versus ser”, un problema que en Bolivia exige alta atención como sociedad joven que experimenta recién las consecuencias de una nueva clase social y que tiene que encontrar todavía su sitio en la sociedad, con un estilo de vida muy distinto del pasado reciente. Este proceso se conoce también de sociedades más consolidadas, pero la dificultosa permeabilidad social siempre será un desafío. Si este tema le interesa le invito a analizar un documento publicado en EL PAIS. Distribución de la riqueza mundial, concentración de las fortunas

Artículo relacionado: Impresiones de viaje publicado en eForoBolivia 2001

Otro imponderante comportamiento, y que Condorito con su ejemplo de profunda sabiduría enseña: delante de la ley todos somos iguales. Condorito no se siente inferior sino con la cabeza en alto defiende su punto de vista. Eso lo he visto en el área rural del oriente boliviano. Me parece que la canción “Vamos a tomar un trago, patrón” de Nicolás Menacho logra de manera muy típica expresar este pensamiento.

Vamos a tomar un trago patrón
donde doña Encarnación
quiero yo invitarle la mitad
que lo demás ya lo paga usted
Si me emborracho no se me dé
qué lindo es beber, con este patrón
que bueno sabe el trago con las peladas en carretón
van chupadingas sobre el timón
Ponga el corazón, hasta amanecer con una mujer
patrón
De dulce querer

No quiero desnudarme más. Pienso que hablar sin muchas vueltas de lo que he experimentado en estos últimos diez años quizás ayude a otras personas que no logran cerrar círculos.

Lo que no voy a intentar es plasmar mis pensamientos entrando en competencia con los filósofos de ayer y de hoy. Si mis ideas sobre el tema son falsas comparándolas con otros teoremas, no me importa, no me preocupa. Hay tantos trabajos sobre la felicidad y sus precondiciones y hasta en Universidades investigan sobre el tema.

A diferencia de un libro impreso esta hipermedia es interactiva, quiere decir que usted puede enviar su opinión, crítica, sugerencias, rechazos etc a mi dirección de correo electrónico, pero ya lo sabemos: la comunicación en Bolivia es oral. El email pierde la batalla por popularidad contra smartphones, whatsapp y skype y las venideras aplicaciones. Lamento que este tema ocupe otro espacio grande y la defensa de lo que pasó de moda es como arar en el agua.

Además, del árbol caído todos sacan leña. El facebook es inferior en su servicio a una “página WEB” pero es preferido, por más que carezca de opciones, lo cual resulta perjudicial para el trabajo académico. No tiene un buscador de página (o sitio), la memoria (almacenamiento de datos) es por corto tiempo, la calidad de la presentación es sencilla etc. ¿Pero quién precisa todo eso? Por eso, viva la comunicación de mensajes simples.

Para interesados: Facebook Messenger vs WhatsApp: Comparación de 46 características

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