Con drásticas medidas económicas, el nuevo gobierno de Javier Milei busca hacer frente a la crisis argentina. Se avecinan meses duros para la ciudadanía.
A través de una declaración oficial televisada, el ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, anunció un programa de medidas drásticas para sacar el país de la crisis.
Entre ellas se cuenta la devaluación del peso argentino, frenar los gastos en publicidad oficial por un año, la reducción del número de ministerios de 18 a nueve y de las subdivisiones de 106 a 54, reducir el apoyo financiero para las provincias, parar los proyectos de construcción oficiales, reducir las subvenciones para energía y transporte y aumentar el presupuesto para dos programas sociales para los más necesitados.
Al respecto, Caputo señaló que, en los primeros meses, el país resentirá las medidas, pero después se notará el repunte económico.
Situación catastrófica
Actualmente, Argentina atraviesa una dura crisis económica. De acuerdo con la Universidad Católica Argentina, el gobierno de Javier Milei ha heredado una tasa de pobreza del 44,7 por ciento. La tasa de pobreza infantil y juvenil incluso alcanza el 62 por ciento. Además, la inflación anual ronda el 140 por ciento.
El FMI saluda medidas
En una primera reacción, el Fondo Monetario Internacional (FMI) saludó «las valientes primeras medidas».
En opinión de Hans-Dieter Holtzmann, director de la oficina en Buenos Aires de la Fundación Friedrich Naumann, cercana al partido alemán FDP, «las medidas previstas van en la dirección correcta y también contribuirán a reforzar la confianza en la capacidad de actuar de Milei dentro y fuera del país».
No obstante, agrega en entrevista con DW, para ello Milei deberá contar con una mayoría parlamentaria. Asimismo, la mayoría de la población deberá apoyar los recortes necesarios. En ese sentido, Holtzmann cree que los apoyos financieros anunciados para los más necesitados representan una importante contribución.
Concentración en el déficit
Las medidas están en consonancia con lo que el nuevo presidente anunció en su discurso inaugural, dice a DW el economista Eugenio Mari, de la Fundación Libertad y Progreso. Es necesario concentrarse en el problema tributario para solucionar el problema monetario. La alternativa sería una espiral hiperinflacionaria, agrega.
Está convencido de que la «irresponsable política económica de los últimos años no permite una alternativa menos dolorosa».
«Protestas sociales aumentarán»
En cambio, Ricardo Aronskind, de la Universidad Nacional de General Sarmiento, critica fuertemente las medidas: «El paquete anunciado acelerará la inflación, por lo que los ingresos de la mayoría de la población caerán a niveles mínimos».
En entrevista con DW, Aronskind pronostica que los drásticos recortes en las obras públicas a nivel nacional y los recortes de las ayudas financieras para las provincias más necesitadas acelerarán el retroceso de la actividad económica y harán aumentar fuertemente la tasa de desempleo.
El experto cree que muchas empresas pequeñas y medianas se verán obligadas a declarse en quiebra, lo que afectaría grandes partes de la capa media, que había creído que las medidas no la afectarían.
«Habrá una enorme transferencia de capital del 70 por ciento más bajo de la población a las capas más pudientes. Los conflictos sociales y la represión estatal contra las protestas sociales aumentarán», vaticina Aronskind, y agrega que «una situación tan conflictiva y políticamente inestable creará un escenario de inseguridad que seguramente no propiciará las inversiones extranjeras».
Los sindicatos y las organizaciones de la sociedad civil en Argentina, que tradicionalmente suelen ser cercanas al peronismo opositor, ya anunciaron las primeras protestas para este 20 de diciembre.
(vt/ers)
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