El ferviente alegato de Javier Milei a favor del capitalismo en el foro de Davos no pasó inadvertido en la prensa en alemán. Y tampoco en Taxmenow, una iniciativa de gente adinerada que está a favor de pagar impuestos.
El paso del presidente argentino por el Foro Económico Mundial (FEM) de Davos, donde hizo una ferviente defensa del capitalismo, no dejó a nadie indiferente. Javier Milei agradeció a Elon Musk por considerar en las redes sociales que su discurso había sido una «buena explicación de lo que hace que los países sean más o menos prósperos».
Pero no todo fueron loas. En su edición en línea, el semanario alemán Der Spiegel opinó que, «si se puede decir algo halagüeño”, quizás sea que Milei no llevó a Davos la motosierra. «Por otra parte, ¿por qué usar una tosca herramienta, si con palabras se puede provocar un baño de sangre retórico?”, se pregunta el autor. A su juicio, hasta los capitalistas congregados en el Foro Económico Mundial son «demasiado izquierdistas” para el presidente argentino.
El «turbocapitalismo» de Milei
«El discurso fue muy polarizador”, consideró en conversación con DW el millonario Johann Hug (seudónimo), un integrante suizo de la iniciativa Taxmenow
, emprendida por personas acaudaladas del ámbito germanoparlante que promueve la justicia tributaria y aboga por seguridad social para todos. «En el fondo, se trata de ‘turbocapitalismo’, y presentó pocos hechos que aporten una mirada más crítica al tema”, indicó Hug desde Davos.
Esa mirada crítica está presente en la prensa. Por ejemplo, la Radio y Televisión Suiza (RFS) sometió a verificación algunas afirmaciones del presidente argentino, como la de que el capitalismo acaba con la pobreza. «Hay estudios que indican que la extrema pobreza se ha reducido claramente desde 1820. Se basan, sin embargo, en datos del Banco Mundial, que fija el límite de la extrema pobreza en menos de 1,9 dólares por día. Eso garantiza, en el mejor de los casos, la supervivencia”, apuntó el organismo.
El papel del Estado
También la aseveración de Milei en cuanto a que la intervención del Estado acarrea siempre consecuencias negativas es rebatible. «Desde el punto de vista europeo, vemos países que tienen un Estado social muy desarrollado y son exitosos, como Suecia, Noruega, y en parte Suiza”, hizo notar Johann Hug.
Por su parte, la radiotelevisión suiza señala que «Suecia regula, por ejemplo, el mercado laboral con acuerdos salariales y programas de empleo, e interviene también en el sector de la salud. No obstante, el ingreso promedio depurado de los hogares es más alto que el promedio de la OCDE. Además, de acuerdo con el Best Countries Ranking 2023, Suecia es uno de los países del mundo con mejor calidad de vida”. Suiza figura en el primer lugar.
Las críticas de Milei a la intromisión del Estado apuntan también contra los impuestos. ¿Hay alguien que los pague voluntariamente? se preguntó en Davos. Sí los hay, al menos algunos, a juzgar por la iniciativa Taxmenow. Johann Hug afirmo en entrevista con DW que cumplen un papel importante, para financiar tareas del Estado, como «reducir la desigualdad, velar por el respeto de los derechos humanos o por que nadie tenga que temer quedarse sin techo o no tener suficientes alimentos”. Además, advierte que «si no hay una redistribución, eso lleva a una concentración de poder y, en consecuencia, es también un peligro para la democracia”.
La fe absoluta en el libre mercado tiene sus bemoles, para Hug. Alude a la formación de monopolios, que «concentran poder y entonces el libre mercado ya no funciona como lo imagina Milei. Si tengo solo una posibilidad de acceder, por ejemplo, a la electricidad, o a bienes esenciales, no puedo entrar en una negociación justa de precios, porque estoy obligado a comprar”.
Al mismo tiempo, defiende la necesidad de que el Estado regule también a las empresas, con un ejemplo: «Si hoy contamino el medio ambiente, y nadie vela por que tenga que respetar determinadas normas, seguiré haciéndolo hasta que ya no obtenga ganancias. Precisamente por eso, es sensato que haya un Estado fuerte”.
Los valores de Davos
El capitalismo a ultranza defendido por Milei no refleja tampoco los valores que ha asumido el Foro Económico Mundial, según un artículo de WELTplus: «A más tardar desde su nuevo Manifiesto de Davos, de 2006, el FEM se ha pronunciado por un nuevo capitalismo de ‘stakeholder’. A diferencia de capitalismo de ‘shareholder‘, en el que sólo tendrían derecho a voz los accionistas y la maximización de beneficios está en el centro, en esta nueva variante podrían participar todos los grupos interesados y así maximizar, a largo plazo, los beneficios para todos.”
Sin embargo, cuando Milei terminó su discurso con un «¡Viva la libertad, carajo!”, «no hubo protesta, sino, sobre todo, aplausos. No de todos, pero sí de muchos”, escribe Der Spiegel. La publicación concluye que «aunque sea de buen tono hablar a favor de la justicia, la protección del medio ambiente y la inclusión, la perspectiva de hacer más dinero con el dinero, sin ser molestado por el Estado o incluso tener que pagar impuestos, parece ser, al menos para algunos, demasiado tentadora”.
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