Martin Niemöller: “Cuando los nazis vinieron por los comunistas” – La Politica – 24.1.2024

Ya he publicado en INTERNET y en trabajos personales está grita de alarma con intención para provocar a PENSAR. ¡PIENSEN!

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

Martin Niemöller

Oficialmente, el poema fue recitado por primera vez en el sermón que el pastor Niemöller pronunció en la Semana Santa de 1946 en la población de Kaiserlautern (Alemania), y que se tituló «¿Qué hubiera dicho Jesucristo?», en referencia a la apatía del pueblo alemán ante la crueldad nazi. Este dato se corrobora en el libro: They Thought They Were Free, The Germans, 1933-45, escrito por Milton Mayer en 1955 .

Este poema ha sido atribuido incorrectamente al dramaturgo Bertolt Brecht, debido a un malentendido en su traducción al castellano.

Martin Niemöller

Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller (Lippstadt, 14-1-892 – Wiesbadem, 6-3-1984) nació en Alemania. Se graduó como oficial naval y tuvo una brillante actuación durante la Primera Guerra Mundial como comandante de un submarino.

Al finalizar la guerra entró en una profunda crisis personal de la que salió decidido a entregarse al servicio del evangelio. Fue ordenado pastor de la Iglesia Evangélica en 1924.

A pesar de su inicial soporte a Hitler, a partir de 1933 fue uno de los primeros y más tenaces críticos del nazismo y constituyó un movimiento de resistencia denominado Iglesia Confesional que se opuso tajantemente a la nazificación de las iglesias alemanas.

En el momento que atisbó el poder avasallador del movimiento nazi, se opuso frontalmente a él hasta llegar a decirle:

“Sólo Dios es mi führer, señor Hitler, y no usted”.

Como era de esperar, esta actitud fue castigada con la cárcel en 1937 y más tarde fue llevado a los campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau (1938-1945).

Su ex compañero de celda Leo Stein, quien fue liberado de Sachsenhausen para luego viajar a América, escribió un artículo acerca de Niemöller para el National Jewish Monthly en 1942. Stein cuenta que tras perguntarle a Niemöller por qué había apoyado al Partido Nazi inicialmente, Niemöller contestó:

Yo también me he hecho esa pregunta. Me lo he preguntado tantas veces como lo he lamentado. Además, es cierto que Hitler me traicionó. Tuve una audiencia con él, como representante de la Iglesia Protestante, justo antes de que fuera Canciller, en 1932. Hitler me prometió por su palabra de honor, proteger a la Iglesia y no promulgar leyes anti-eclesiásticas. También accedió a no permitir linchamientos (pogromos) contra los judíos, asegurándome lo siguiente: “Habrá restricciones para los judíos, pero no habrá guetos, ni linchamientos, en Alemania”.

Yo también creía firmemente, dado el antisemitismo difundido en Alemania en esa época, que los judíos tenían que renunciar a obtener puestos de Gobierno o escaños en el Reichstag. Había muchos judíos, especialmente entre los sionistas, que tenían un punto de vista similar. La promesa de Hitler me satisfizo en esa época. Por otra parte, yo odiaba el creciente movimiento ateo, apoyado y mantenido por socialdemócratas y comunistas. Su hostilidad hacia la Iglesia hizo mantener mis esperanzas en Hitler por una temporada. Ahora estoy pagando ese error; y no solo yo, también otros miles de personas como yo.

Terminada la guerra, no dudó en proclamar la culpabilidad de los alemanes y de las iglesias alemanas en los crímenes cometidos por el nazismo. Se incorporó hasta el final de sus días al movimiento pacifista; llegó a ser presidente del Consejo Mundial de Iglesias en 1961 y desempeñó un papel importante en la denuncia contra la Guerra de Vietnam.

Fuente https://www.la-politica.com/martin-niemoller-cuando-los-nazis-vinieron-por-los-comunistas/

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.
Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.
Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.
Als sie die Juden holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Jude.
Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.
Nota:
Este poema se atribuye a menudo erróneamente a Bertolt Brecht.
Martin Niemöller (1892-1984), se ordenó como pastor luterano en 1924. A pesar de su inicial soporte a Hitler, a partir de 1933 fue uno de los primeros y más tenaces críticos del nazismo y constituyó un movimiento de resistencia denominado Iglesia Confesional.
Como símbolo de la resistencia antinazi fue arrestado por la Gestapo en 1937 y declarado culpable de traición, siendo confinado hasta el final de la guerra en los campos de concentración de Sachsenhausen y Dachau. Salvó la vida de milagro.
Después de la guerra, pronunció innumerables conferencias, concluyéndolas a menudo con el presente poema (existen diferentes versiones, con pequeñas variaciones).

 

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