El presidente Javier Milei enfrenta su primera huelga general, de amplia convocatoria, que busca poner freno a su proyecto de transformar radicalmente a la Argentina.
Los recortes parecen dominar la agenda en Argentina, en distintos órdenes de cosas. Por lo pronto, los 100 días de «luna de miel” que suelen concederse a los nuevos gobiernos, como plazo de gracia para iniciar su gestión sin sobresaltos, se ven drásticamente recortados en el caso de Javier Milei, quien enfrenta este miércoles (24.01.24) su primera huelga general, apenas un mes y medio después de haber llegado a la Casa Rosada, el 10 de diciembre.
«Hay una cantidad de factores extraordinarios. No se trata de 45 días de cualquier gobierno, sino de un punto de inflexión brutal, y un intento, además, de limitar la vigencia de la Constitución, del orden democrático”, dice a DW Victoria Basualdo, investigadora del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones científicas y Técnicas) y de FLACSO Argentina.
«Reacción exagerada” a «medidas exageradas”
Guido Agostinelli, profesor de Macroeconomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y catedrático de la Universidad Nacional de Avellaneda, admite en conversación con DW que no es común un paro a tan poco tiempo de asumir un gobierno. «Pero, por otro lado, tampoco es convencional que, mediante un decreto de necesidad y urgencia (DNU), se afecten los derechos de los trabajadores. En realidad, la reacción es exagerada, porque justamente las medidas son exageradas”, afirma.
Se espera una masiva respuesta a la convocatoria de la Confederación General del Trabajo (CGT), a la que se han plegado también otros sindicatos y organizaciones sociales y políticas. La protesta, que contempla una marcha hacia el Congreso en la capital argentina, tendrá 12 horas de duración, desde el mediodía hasta la medianoche, y se prevé que el transporte público opere hasta las 19 hrs. No se trata, en consecuencia, de paralizar por completo al país. «El objetivo es la paralización de la actividad económica, pero al mismo tiempo, también, la movilización de las personas”, explica Victoria Basualdo, acotando que la intención es «reunir la mayor cantidad de gente posible, no solo en Buenos Aires, que va a ser el epicentro, sino también en todo el país”.
Los proyectos de Milei
La académica, coordinadora del «Programa de Estudios del trabajo, movimiento sindical y organización industrial”, plantea como eje central la protesta contra las medidas que el presidente englobó en lo que se conoce como la Ley ómnibus y en el decreto de necesidad y urgencia (DNU). «Esto tiene que ver con una propuesta absolutamente radical en términos de relaciones laborales y transformaciones económicas, y también con una cuestión muy preocupante, que es, en ambos casos, el objetivo de concentrar facultades extraordinarias en el Poder Ejecutivo”, dice. Y subraya: «El paro tiene que ver, por un lado, con el peligro en el que está la democracia y, por otro lado, con una ofensiva económica que se plasma solo parcialmente en la ley y el DNU”.
Agostinelli hace notar que las propuestas de Milei, según las encuestas, no tienen una aceptación masiva en la población, aunque «sí tiene todavía una imagen positiva el presidente”. Recuerda que el gobierno recibió una economía en muy mal estado y que el panorama es muy complejo. «La bolsa está reaccionando bien, está subiendo desde hace varios días, así que las expectativas en el mercado siguen siendo positivas, en general”, dice a DW, aunque matiza que el empresariado pyme tuvo una de las caídas más grandes de toda su historia en diciembre. Su diagnóstico es que «estamos camino a una recesión muy grande”. Sin embargo, estima que «la expectativa todavía es positiva, porque hay una gran parte de la población que piensa que este ajuste es necesario, que esta recesión es necesaria, y que, a mediano o largo plazo, se van a ver los frutos”.
El costo del paro
No obstante, no le parece injustificada la huelga. «Hay que pensar en los roles. Si uno está al frente de gran parte de los trabajadores, como la CGT, y se están afectando derechos de los trabajadores, es casi natural una reacción”, puntualiza. Tampoco atribuye mucho peso al argumento del costo económico de este paro. «El gobierno está tratando de decir que hay un impacto que ronda los 1.500 millones de dólares por parar un día”, indica, advirtiendo que «generalmente, cuando se anuncian estas cosas en Argentina, es para hablar mal de un paro”. El economista de la UBA cuestiona que se pueda calcular un monto dividiendo simplemente el PIB por los 365 días del año, entre otras cosas «porque hay muchas actividades que, sabiendo que habrá paro, se trasladan al día anterior o al posterior…Creo que hay una adaptación de los agentes económicos. Y creo que las implicancias del avance de lo que está haciendo Milei son mucho más graves que un día de paro”.
Para Victoria Basualdo, la jornada será una demostración de fuerza muy significativa. «Creo que la movilización tiene como objetivo ser un freno a una transformación antidemocrática de las relaciones laborales, económicas, sociales y políticas en Argentina. Y creo que, históricamente, la movilización en las calles tiene efecto. Los que tienen que votar en el Congreso van a tomar nota de una movilización como la de este miércoles”.
(cp)
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