Hoy conoceremos la historia de la República de Ragusa, una ciudad que rivalizó con Venecia en el Adriático.
La ciudad fue fundada con probabilidad en el siglo VII por los habitantes de Epidauro, tras su destrucción por los ávaros y eslavos, auqnue hay teorías que nos dicen que ya existía desde la época Clasica.
Durante sus primeros siglos de existencia la ciudad estuvo bajo la soberanía de Bizancio y fue integrada a la thema de Dalmacia. La debilidad de Constantinopla provocó que Venecia intentara conquistar Ragusa en el 948, ya que la veía como una rival comercial, pero fracasó.
Sin embargo, Ragusa cayó bajo poder veneciano del 1000-1030 y bajo poder normando entre 1081-1085, 1172, 1189 y 1190.
El rey croata Stjepan I dio tierras a Ragusa al norte de la ciudad en el 1050, en el que se incluía el puerto de Gruz. Esto nos infiere que la ciudad estaba bajo su soberanía.
En 1191 el emperador bizantino Isaac II Ángelo les dio el derecho de comerciar con Constantinopla sin pagar impuestos. Los comerciantes de la ciudad también tuvieron concesiones de Serbia en 1186 y de Bosnia en 1189. Por entonces a Ragusa los pueblos eslavos la llamaban Dubrovnik.
Tras la Cuarta Cruzada y la caída del Imperio bizantino en manos latinas, Venecia adquirió mucho poder. De esa manera tuvo los medios para invadir y apoderarse de Dalmacia. Ragusa se convirtió en parte del Imperio veneciano y pagó impuestos a la ciudad y se convirtió en su base naval en el sur del Adriático.
A mediados del siglo XIV Ragusa adquirió las tierras de los serbios.
En 1358 Venecia tuvo que entregar Dalmacia a Hungria y Ragusa tuvo un nuevo soberano bajo el cual prosperó. En 1458 Ragusa tuvo que hacerse tributaria de los otomanos para sobrevivir, aunque se le respetó la independencia y navegar bajo su bandera. También obtuvo de los otomanos excensiones comerciales que la hicieron muy rica y próspera.
En el siglo XV Ragusa era un competidor serio para Venecia y estaba protegida por los otomanos. Era además, nodo de una ruta comercial. En el siglo XVI fue su época dorada, ya que tenía la libertad de comerciar con todos los estados.
En 1667 un terremoto destruyó la ciudad y murió más del 40% de la población. Para repoblar Ragusa se autorizó a muchos eslavos para radicar en la ciudad, con lo que la composición étnica cambió y la mayor parte de la ciudad fue eslava hasta hoy.
Durante las guerras napoleonicas Ragusa prosperó, sin embargo, el conflicto pronto la alcanzó cuando los rusos y franceses intentaron controlar la ciudad. Finalmente optó por Francia y los rusos la sitiaron y asolaron su campiña hasta la llegada de los franceses.
El 8 de febrero de 1808 Napoleón puso fin a la República de Ragusa y la incorporó al reino de Italia. En 1810 fue integrada en las Provincias Ilirias. En 1815, tras la derrota de Napoleón, el Congreso de Viena la asignó a los reinos de Iliria y Dalmacia, dentro del Imperio austriaco, a pesar de las protestas de los nobles de la ciudad.
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