Un artículo del periódico Frankfurter Allgemeine comienza relatando que Javier Milei permaneció varios minutos ante el Muro de los Lamentos en Jerusalény luego rompió en lágrimas:
«Qué motivó sus lágrimas sigue siendo un secreto de Milei. Seguro es que la situación en Argentina ofrece motivos para lamentos y llantos. Milei sufrió allí unamargo revés. Su amplio paquete de reformas, dirigido a crear las condiciones para la privatización de empresas estatales, el cambio de cientos de regulaciones y medidas para recortar las subvenciones estatales, fue despedazado con tanta rigurosidad en el Parlamento que tuvo que ser devuelto a la comisión, lo cual significa volver al punto de partida
A Milei y su Gobierno les espera una dura lucha política de desgaste… También en la calle le sopla un frío viento en contra. (…) Durante el primer debate en la Cámara baja, se produjeron casi a diario manifestaciones de movimientos de izquierda y enfrentamientos con la Policía delante del Congreso. Este escenario bien podría volverse pronto costumbre. Para generar una contrapresión de la ciudadanía y ganar respaldo para las reformas en el Congreso, el Gobierno contempla también la posibilidad de una consulta popular no vinculante. Hasta entonces, parece que Milei tendrá que confiar en fuerzas superiores. Quizá por eso planificó para este viernes seguir viaje a Roma”.
Supervivencia política
La publicación WELTplus considera que Milei tendrá que luchar ahora por su supervivencia política y superar su mayor debilidad:
«Apenas cerca de dos meses después de que Milei asumiera el cargo, el manto de su endeble alianza parece desgarrado, pero en el estanque de tiburones de la política argentina, los continuos cambios de dirección, aunque previamente resultaran inimaginables, son siempre posibles. El urgentemente necesario proceso de reformas, que habría de encarrilar de nuevo al país sobreendeudado, ha sido frenado de momento por el Parlamento.
Milei no solo pierde así un tiempo valioso, sino que se encuentra ya en una encrucijada de su joven presidencia. (…) Milei podría movilizar a la calle, para dar una señal de que una mayoría respalda su curso reformista. Un referéndum, como el que sacó a colación el portavoz gubernamental Manuel Adorni, es polémico desde la perspectiva del derecho constitucional y su resultado, incierto. Queda la vía de forjar mayorías para cada uno de los proyectos, en un proceso democrático parlamentario. Pero, para ello, se necesitaría una actitud menos confrontacional y más disposición al acuerdo. Está por verse si Milei es capaz de eso, en vista de la estructura de su personalidad”.
Peligro de autoritarismo
El periódico económico Handelsblatt comenta:
«De vuelta al inicio. Tras negociaciones de casi un mes sobre el paquete de reformas, el presidente argentino está de nuevo donde se encontraba hace seis semanas, cuando presentó al Congreso el paquete de 664 leyes, a fines de diciembre. (…) El peligro es que Milei intente ahora salir del atolladero con una maniobra autoritaria, con la suspensión de derechos cívicos y la división de poderes, y lo justifique con el mandato del electorado. La historia de América Latina está llena de populistas que se sienten directamente empoderados por el pueblo. Queda esperar que Milei no se atreva a hacerlo y utilice su popularidad, aún intacta, para promocionar sus reformas”.
Estancamiento en lugar de despegue
El rotativo Süddeutsche Zeitung plantea que, «tras cerca de dos meses en el poder, en Argentina no se percibe por lo pronto nada del gran vuelco prometido por Milei. En lugar de eso, se propagan cada vez más las preocupaciones y frustraciones. El respaldo al nuevo Gobierno todavía es grande en la población.
Y, ya al asumir la presidencia, Milei advirtió a la población que vendrían tiempos duros, pero también prometió que la carga del programa de ahorro no recaería sobre los ciudadanos comunes, sino principalmente sobre el Estado. Pero ahora los precios siguen subiendo, y lo hacen más rápido que nunca”. (ms)
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