Ovidio Roca
“Vivimos de cuentos y comemos cuentos: Como aquellos de la presunta felicidad y bienestar lograda con el socialismo, el nacional socialismo, el fascismo, el populismo; todos mismollata”. Pukymon.
El Socialismo marxista, moviliza a las personas en base a las clases; el Fascismo las moviliza apelando a su identidad nacional, además de su clase. Los fascistas son por lo tanto socialistas con identidad nacional.
El Fascismo considera que la acción privada debe estar orientada a servir a la sociedad y para hacerlo, el Gobierno controla la economía y la propiedad privada y se convierte en el brazo administrativo de la sociedad a quien todos deben someterse, no solo en asuntos económicos, sino en todos los ámbitos.
El Populismo que ahora cunde por todas partes, tiene una propuesta política ambidiestra. Un discurso demagógico para las masas populares que siguen al Líder carismático, el que según las circunstancias apela al indigenismo, el racismo, el enfrentamiento clasista y esto bajo un modelo estatista y centralista, que coloca los recursos del individuo y las empresas privadas al servicio del Estado, ofreciendo dar bienestar al pueblo.
Tienen muy buenas propuestas: para convencer y ganar elecciones, las que una vez implementadas engordan el Estado y la burocracia pública y terminan por generar niveles de endeudamiento y de gasto insostenible. Esto, mas temprano que tarde, desencadena profundas crisis por las consiguientes políticas de ajuste.