Un soplo de aire para los demócratas. El equipo de la candidata a la Presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, anunció el domingo 25 de agosto que había recaudado más de 500 millones de dólares desde el inicio de su campaña hace un mes.
La vicepresidenta, que se incorporó a la carrera por la Casa Blanca el 21 de julio en sustitución de Joe Biden de forma repentina, fue investida esta semana en Chicago en una eufórica convención demócrata.
«Justo antes del discurso de la vicepresidenta Harris el jueves por la noche, superamos oficialmente la marca de los 500 millones de dólares», declaró Jen O’Malley Dillon, su jefa de campaña, en una nota difundida a la prensa.
Un «récord para cualquier campaña de la historia»
El total asciende ya a 540 millones, presumió, asegurando que se trata de un «récord para cualquier campaña de la historia», aunque no especificó en qué periodo basaba su comparación.
«Inmediatamente después de su discurso, vimos nuestra mejor hora de recaudación de fondos de la campaña», añadió O’Malley Dillon.
La nota subraya la importancia de los pequeños donantes y afirma que «un tercio» de las donaciones registradas durante la semana de la Convención Demócrata procedieron de «donantes primerizos».
En las 24 horas siguientes al anuncio de la retirada de Joe Biden, el Partido Demócrata recaudó 81 millones de dólares. Se trataba de un cambio radical de dinámica tras el bache en el que se encontraban los demócratas en julio, después de la catastrófica actuación de Joe Biden en el debate contra Donald Trump a finales de junio.
Por su parte, la campaña del candidato republicano, Donald Trump, declaró a principios de agosto que disponía de unos 327 millones de dólares, a tres meses de unas elecciones estadounidenses en las que se necesitan cientos de millones de dólares, en particular, para financiar la difusión de anuncios políticos en televisión.
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