Narciso era un joven conocido por su esplendorosa belleza,todas las mujeres lo deseaban,pero Narciso no creía que ninguna de ellas fuera lo suficientemente hermosa para él. Desde muy pequeño tenía prohibido buscar el reflejo de su propia imagen, ya que al nacer Narciso,el adivino Tiresias le había advertido a su madre la ninfa Liriope,que verse él mismo reflejado supondría su perdición.
Entre las jóvenes que amaban a Narciso se encontraba la ninfa Eco, una ninfa habladora y alegre que con su don para el habla entretenía y maravillaba a la esposa de Zeus. Mientras Eco entretenía a Hera, la esposa de Zeus, éste pasaba el tiempo con otras mujeres. Al enterarse Hera de lo que hacía su esposo con la complicidad de Eco, condenó a la ninfa a no poder hablar, solo podría repetir las últimas palabras de las frases que escuchaba.
Cierto día mientras Narciso paseaba por los bosques descubrió que la ninfa Eco le seguía. Narciso comenzó a hablarle, pero ella ya solo podía repetir las últimas palabras que Narciso pronunciaba, lo que le dió pie a Narciso para burlarse de ella y la rechazó, por lo cual Eco, rota por la pena se retiró a una cueva cercana donde murió desolada.
Y para castigar a Narciso por sus acciones, Némesis,diosa de la venganza, provocó que Narciso en uno de sus paseos por el bosque desfalleciera de sed; así que Narciso tuvo que acudir a un río cercano a beber. En el reflejo del agua observó al joven más bello que jamás hubiese imaginado. Narciso quedó absolutamente cegado por su propia belleza, tanto que al intentar tocarla, se cumplió el vaticinio mortal de Tiresias y Narciso cayó al agua falleciendo ahogado. En su lugar surgió una de las flores más bellas a la que llamaron en su honor «Narciso». De aquí también surge el término «narcisismo» que no es otra cosa que la admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma o vanidad basada en la imagen propia.
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