Dos pasajeros se sientan en el compartimento del tren y dormitan frente a ellos. De repente, se topa y golpea y luego ya se acabó. Se dice el uno al otro: «Dime, ¿puede ser que el tren haya bajado de las vías, hasta el prado, pasado el bosque y vuelto a subir a las vías?» «Hombre, solo dormí, pero algo estaba sucediendo, preguntémosle al conductor».
Ambos salen y encuentran el controlador. «Hombre, ¿el tren acaba de descender de las vías, por el prado, más allá del bosque y retrocede por las vías?» Responde el conductor: «Caballeros, no puedo decírtelo desafortunadamente porque estaba solo en el baño, pero incluso podemos preguntarle al conductor, que se sienta al frente y lo ve todo».
Entonces los tres se dirigen a la locomotora y le pregunta a su conductor: «Dile a Fritz, ¿acabas de salir de las vías, subir al prado, pasar el bosque y retroceder por las vías?»
«Sí», responde el conductor.
«Sí, pero ¿por qué en nombre de Dios?» «¡Qué! En las pistas ha yacido nuestro Canciller!» «¡Bien, podría haberlo hecho arrollar!» «Quería hacerlo, pero luego él está fuera de las pistas, en la pradera, más allá del bosque …»
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