Chiste del soldado
Vuelve un soldado de la guerra a su pueblo. Un proyectil le había destrozado al pobre sus testículos. Buscando trabajo, se dirige al alcalde de su pueblo, un viejo gran amigo de su infancia. Por supuesto que éste lo aceptó. ¿Ah…y el horario de trabajo? —— “Trabajamos en la alcaldía desde las 8 hasta las 12, y desde las 14 hasta la 18 horas. Pero tú puedes venir a las 9 y las 15 para empezar a trabajar.” — “Ah! No quiero ser privilegiado!”, protestó el ex-soldado. — “No se trata de ningún privilegio. De las 8 a las 9, y de las 14 a las 15, aquí todo el mundo en la alcaldía se rasca las que vos no tienes. Viste?”
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