SANDRO, EL COCHERO… Y EL AYER – 16.4.2024

Dedicado a mi nieto que ya anda con los suspiros entrecortados.
Canturreaba. Porque siempre se canturrea cuando uno no tiene nada que hacer o tiene mucho para pensar. Yo canturreaba una canción porque es el amigo cordial y discreto de los sentimientos guardados y enamorados, y en aquellos años yo me había enamorado.

Ya se acerca una carroza
Blanco puro es su color
Blanco puro, rojo sangre
Y el cochero es el amor.
Y sentado en una grada y mirando el camino por dónde venían sonrientes mis espejismos y meditaciones, esperaba que ella apareciera como habíamos acordado noche antes después del beso de despedida… y no venía. Y hable con el cochero imaginario que estaba conmigo.
Dígame señor cochero
Es verdad que viene aquí
Hace tanto que la espero
¿Porque calla? ¿No es así?
Y el silencio que es el idioma de la ensueño nada me respondió, y yo esperaba el milagro de una voz de aliento franco que me diera esperanza.
Señor cochero por favor,… Quiero que hable
No ve que desespero y puedo enloquecer
Su rostro no lo veo, la niebla lo confunde
Su gesto… su gesto no lo entiendo
No, no puedo comprender
Habían pasado minutos y no horas, y yo quería que cada instante sea más consecuente con mi desesperación. Necesitaba verla, y viéndola que le diría, y empecé a lamentar mi sinsuerte.
¿Sabe? Mi vida fue un lucha
De tristes desengaños de duro proceder
Me queda la esperanza que usted
Señor Cochero me traiga en su carroza
Las cosas que he soñado
Amor, ternura alivio o
Un nombre de mujer
Vi a una joven subir por la calle de los eucaliptos, era ella, tenía que ser ella. Me alisé el cabello, me seque con las manos el sudor de la espera, frote mis ojos de la distancia, y por si, humedecí mis labios.
Ya ha llegado la carroza
Y sus puertas voy a abrir
Pero tengo tanto miedo
Que mi dicha no esté allí
Al acercarse la imagen de la mujer, vi que no era ella, y me senté de nuevo en la grada esperando, y la hora se fue nublando, y mi espera se fue desesperando, el sol se iba, y la luna venia
Ya se aleja una carroza
Negro oscuro es su color
El amor faltó a la cita
Y el cochero es el dolor
Adiós señor cochero… adiós
Esto es una canturreada mezclada con ocurrencia, si sucedió o no, no interesa, fabuló la realidad para hacerla más atractiva: La vida no es como uno la vivió, sino como uno la recuerda y la recuerda para contarla. Y en las canciones, hay magia e imaginación que se puede contar, y porque no hacerlo si eso nos lleva al ayer… y a la lejana nostalgia.

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